Belén 44

cuarenta y cuatro,
en Belén
a horas de la batalla de la independencia,
Catamarqueña
once más que cristo
once menos que cincuenta y cinco
buena época para una crisis,
de mediana edad
en un cuarto de hotel.

Debería estar allí
no rememorando la hazañas de los Evaristos
Carriegos
pero especialmente extrañando
el futuro y brindando al tiempo.

Rroar!

Ruge un León
con un gorro
de calzón
salta, salta, salta
poing, poing poing
y vuela...al infinito y
papaaaaaaaá

Raving mad Carlos nuevamente desde Berlín

Los Pillos - Ciudades Sagradas

Dos patas largas y casi huesudas

que salen de un tapado azul,

de niña,

que se extiende en dos manos

que cobijan una madre y un padre

blanco y negro

o negro y blanco

como colores demasiados en mi niñez,

cuando no se hacían muchas preguntas

en el barrio.

Las mismas piernas,

muchos más largas, hoy

llevan dos niños de la mano

como matices de colores que ya,

no llaman mi atención.

Pero como remembrar

a mi niñez, al barrio,

a las niñas y a los niños,

a las manos coronadas por padres y

madres.

Por un momento

me gustaría

preguntar, esas preguntas...

ni muchos menos respuestas.

El sur de la ciudad

Topa La Richieri, el paso a nivel
estación lugano, A Riestra de la 20, el comercial y la cañada,
después,
me bajo en Flores
1-11-14 como límite y el devaneo
entre el 44 y el 76
San Lorenzo al medio y el paisaje
La Constancia me llevó a la
tres del diecinueve, donde muchas llaves no pueden
contener una multitud de saberes, de gentes
como una marea,
me lleva
a Pompeya, a Saenz, a Ravanal
a reojo del 44, tan cerca de la facultá, de
los niños que no entran, de
los niños que no quieren salir
de los niños que no están,
a Soldati, Martínez Castro, que se escapa en una encrucijada
con Interné.

Amablemente me recibe Mataderos, con centro
y tabaquería. Cyber AOE 4 y más,
y rápido desvanecer.

Pizarras del mundo nuevo, en nubes de macadam
y el dios del colectivo
el altar del asiento
me lleva a Liniers
el familiar ciento diecisiete
El dios de casa que me lleva a otros barrios
donde los problemas son los mismos
y otros tan distintos.

Jé, volvería a hacerlo